Tus espinas
Me atrajo tu penetrante aroma
tu belleza en mi jardín
creó gran expectación.
Alimenté tu esencia de mi fuente
fuente de agua pura y cristalina.
Creciste al son que marcaba el Astro,
y cuando por fín llegó tu cénit
no resististe el clavarme tus espinas.
Dañaste con tesón el cristal de mi fuente
manchaste de rojo oscuro la trasparente agua
que sigue su curso, río abajo
hasta llegar al mar,
para purificarse de ti.
Ese mar, magnánimo mar
que cura siempre mis heridas.
tu belleza en mi jardín
creó gran expectación.
Alimenté tu esencia de mi fuente
fuente de agua pura y cristalina.
Creciste al son que marcaba el Astro,
y cuando por fín llegó tu cénit
no resististe el clavarme tus espinas.
Dañaste con tesón el cristal de mi fuente
manchaste de rojo oscuro la trasparente agua
que sigue su curso, río abajo
hasta llegar al mar,
para purificarse de ti.
Ese mar, magnánimo mar
que cura siempre mis heridas.
Comentarios
Amiga meiga un placer leerte.
¡Bella entrada!
Un abrazo.
Amiga, un buen poema con alma tranquilizadora llamada MAR.besos.
amor y sentimiento.
Un abrazo Meiga
Un abrazo muy sereno con buenas vibraciones para ti,
Naia
Muy bello poema éste, amiga. ¿Sabes, me gustaría poder disfrutar del néctar exquisito de las rosas sin sufrir las pinchaduras de sus espinas.
Un abrazo, Meiga.
Bicos.
Un besito Tara